Rinconada: Un combate hecho para toros
¡Estamos solos!, fue la respuesta
de un poblador de la Rinconada. La llegada del enemigo es inminente y nuestro
poco más de trescientos soldados que son solamente hacendados y vecinos de la
zona armados con fusiles Minié y algunos cañones, llevarán el peso de enfrentar
a los chilenos por primera vez en suelo limeño.
Mi entrenamiento con este rifle
de origen francés fue rápido, a duras penas y entendía como oprimir el gatillo,
nunca antes había disparado un arma, ni mucho menos asesinado a un ser humano.
¡No tienes otra opción!, me dijo el coronel a cargo Mariano Vargas, ¡Son ellos
o nosotros!, sentenció.
La madrugada del 9 de enero de
1881 se me hizo la más larga de todas, no podía dormir y no dejaba de mirar mi
fusil como tratando de asimilar la idea de tener que matar para sobrevivir. Las
huestes chilenas están en Lima y desatarán el infierno en cualquier momento,
cada bocanada de aire que llega a mis pulmones tiene más valor, jamás había
apreciado tanto las cosas simples.
Había escuchado decir entre los
oficiales a cargo que el arma francesa que portamos es obsoleta, y que se le
había dado de baja en ese país. En 1866 este fusil dejó de ser efectivo y hoy
es nuestra defensa principal, me guste o
no deberé confiarle mi vida.
Fusil Minié, desarrollado en 1849 en Francia y utilizado en la Rinconada |
Los chilenos comenzarán a
explorar los accesos y alrededores de Lima y se aventuran cada vez a llegar más
lejos. Mi coronel Vargas dispuso defender el cerro Vásquez colocando nuestra
artillería, mientras que el comandante de la división chilena Orozimbo Barbosa
dispuso mil doscientos soldados en Pampa Grande (actualmente la Planicie).
La historia cuando es olvidada
suele repetirse y esta regla hoy no fue la excepción. Al igual que Bolognesi
previo a la batalla de Arica, mi comandante Vargas una semana antes enviaba
varios comunicados pidiendo armamento y personal que ayude con los preparativos
para una probable resistencia. Lamentablemente todas estas solicitudes nunca
fueron atendidas.
El día comienza a mostrar sus
primeros brillos y una compañía chilena abre fuego sobre nosotros, solamente
pudimos resistir dos horas antes que nos flanquearan, No teníamos otra
alternativa, teníamos que retirarnos. El comandante Barboza hace avanzar a su
reserva con el fin de evitar que nos reagrupemos para buscar una
contraofensiva, sin embargo, nuestros refuerzos de caballería comandados por
Millán Murga ya están llegando y defenderán nuestro repliegue.
300 toros de lidia fueron liberados por el coronel Miranda, provocando una estampida que originó la retirada del ejército chileno. |
Cuenta la tradición, que hasta
toros de lidia pelearon por nosotros, un batallón taurino se hizo presente y a
manera de estampida provocaron también la retirada chilena.
Terminado el combate yo
quedé en silencio, no puedo negar que la idea de resistir y defender Lima no es
tan descabellada, pero este primer ataque fue para probar nuestras fortalezas,
el segundo ataque probará nuestras debilidades. Espero que San Juan,
Chorrillos, Barranco y Miraflores estén listos.
Hoy es 9 de enero y el combate de
la Rinconada fue el inicio del fin. Solamente nos queda rezar y estar al altura
del combate, pues a pesar de tener tantas dificultades algo me susurra en el
oído y me dice fervientemente que esta guerra aún la podemos ganar...
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